¿Qué pesa más, un kilo de paja o de acero?
Esa pregunta que tantas veces nos hacían cuando éramos pequeños tratando de ver hasta dónde llegaba nuestra ingenuidad deberíamos aplicárnosla a nuestro estado de forma física.
Efectivamente, los dos pesan los mismo, sin embargo al igual que la paja y el acero; la grasa ocupa mucho más volumen que el músculo y por eso, a simple vista podemos equivocarnos al obsesionarnos con unos simples números que como habéis visto no representan la composición corporal de las personas .
Cuando nos subimos a la báscula esta nos devuelve un número que hace referencia al peso total de masa que somos, sin embargo esta cifra esconde diferentes valores que la mayoría desconoce pese a ser los más importantes:
- Masa grasa
- Masa muscular
- Masa ósea
- Porcentaje de agua
Por tanto, de nada sirve estar contentos con nuestro peso si eres una persona delgada pero sin masa muscular, ya que este es el dato más importante e inversamente proporcional a la masa grasa. Por ejemplo, una mujer que pesa poco, pongamos 55 kg, y a nuestro parecer coincide con los ideales de persona flaca, no estaría saludable si su masa grasa fuera del 30% y su masa muscular menor del 30%.
El músculo hoy en día representa un escudo ante todo tipo de enfermedades. Las mujeres sin masa muscular (sarcopénicas) tienen mayor riesgo de mortalidad, ya que el tejido muscular es un sistema modulador de la inmunidad, inflamación, resistencia a la insulina y estrés oxidativo.
Dejemos de obsesionarnos por los números y centrémonos las energías en mejorar nuestra composición corporal. Para esto no existen dietas milagro, ni fórmulas mágicas, simplemente, ponerse a entrenar.