Linfedema. Busca la diferencia

El sistema linfático proporciona el transporte de lípidos, vitaminas liposolubles y macromoléculas, drena sustancias de desecho y es facilitador de la respuesta inmunitaria. Es un sistema que pasa desapercibido pero es muy importante.

Aquellas personas que han sufrido una extirpación de ganglios axilares, se observa que durante el primer semestre el 55% sufren de linfedema. Y pese a no haberlo tenido, aún hay casos que surgen después de 20 años.

Y ¿por qué se produce esta acumulación de líquido conocido como linfedema? Si buscamos la diferencia entre el sistema sanguíneo y el linfático y obtendremos la respuesta.

 

 

Sí… es correcto. Lo que le falta al sistema linfático es un corazón. Lo cual se traduce en que éste no tiene un sistema de bombeo, dando lugar a acumulaciones de linfa en las extremidades cuando se sufre una extirpación de ganglios.

Así que pongámonos a pensar…

¿Qué puedo hacer para evitar tener un linfedema o controlarlo si ya ha aparecido?

– Evitar el aumento de presión en las extremidades. Para ello hay que evitar relojes o pulseras que nos aprieten.

– Facilitar el bombeo de la linfa. Aunque suene extraño… podemos hacerlo.

¿Cómo? CON EJERCICIO FÍSICO.

– Aumentando el pulso de las arterias, ya que estas se encuentran en paralelo a los vasos linfáticos

– Aumentando la contracción muscular para que ejerza presión sobre la linfa y avance.