La Oncología Integrativa en el Cáncer de Mama
Hay palabras en Medicina que aún están de moda pero que deberían relegarse cuanto antes. Una de ellas es la de “alternativa”. Si se es fiel a su significado clásico, medicina alternativa sería aquella que sustituye a las terapias médicas y quirúrgicas, las que se enseñan en las facultades de medicina y se practican en los hospitales de prestigio reconocido. En el cesto de lo alternativo han caído métodos variopintos, buena parte de ellos sin la mínima base científica, que han hecho mucho más daño que beneficio a las pacientes. Sobre todo porque se han utilizado con frecuencia no tanto “a más a más” como “en vez de”.
Afortunadamente, algunas de las llamadas terapias alternativas han ido poco a poco probando su valor con método científico y han sustituido su apellido por otro con algo más de sentido: complementarias. No obstante, ahora hay un movimiento serio que quiere poner en su sitio métodos que están siendo chequeados con perspectiva científica. Así, algunos ya pueden agruparse, no ya en el área de lo alternativo o lo complementario si no en la de integrativo: de integrar. De hecho, la Sociedad de Oncología Integrativa (SIO por sus siglas en inglés) está evaluando los estudios de un abanico de terapias, que van más allá de quimio, radioterapia y/o cirugía, y está creando unas guías que ayuden a los profesionales sanitarios para que se incorporen a las hojas de ruta que ya existen para las pacientes con cáncer de mama.
Por otra parte, la Sociedad Americana de Oncología Médica (la prestigiosa ASCO) avala esos protocolos y reconoce ya que pueden utilizarse para paliar algunos de los efectos secundarios de los tratamientos clásicos. De esta forma, se conocerá mejor si la meditación, la musicoterapia, el yoga, la técnicas modernas de relajación, el masaje, la acupuntura y ciertas hierbas y complementos nutritivos tienen -o no- un determinado papel para paliar parte de las consecuencias negativas que casi siempre acarrea convivir con el cáncer y con las secuelas de tratamientos duros. Eso, independientemente de recalcar una vez más que el ejercicio físico y una dieta apropiada son factores claves para ayudar a la supervivencia de los enfermos con cáncer. Son tan buenos o mejores que la farmacopea.
El papel de lo llamado integrativo en los problemas más comunes que afectan la calidad de vida de las pacientes con cáncer es el siguiente:
* Dermatitis después de radiación
Ni el aloe vera ni la crema de ácido hialurónico tienen papel alguno. Son hasta perjudiciales.
* Ansiedad y Reducción de Estrés
La meditación, la musicoterapia y el yoga tienen una evidencia científica razonablemente buena a la hora de disminuir la ansiedad. La acupuntura, el masaje y las técnicas de relajación no han acumulado suficientes datos para recomendarlos frente a los trastornos de ansiedad.
* Nauseas y vómitos inducidos por la quimioterapia
Además de los antiheméticos recomendados por los especialistas, la acupuntura puede considerarse como ayuda frente a este problema. No hay ningún otro remedio complementario que, de momento, haya probado su valor en el control de la náusea y el vómito.
* Depresión y trastornos de ánimo
La meditación, la relajación, el yoga, el masaje y la musicoterapia tienen datos suficientes como para recomendarse como ayuda para superar la depresión y el desánimo.
* Cansancio
No hay pruebas suficientes que confirmen que la hipnosis, el ginseng, la acupuntura y el yoga sean de ayuda significativa en el tratamiento del cansancio.
* Linfedema
Los datos que se tienen hasta ahora es que el ejercicio físico, después de la 8cirugía, es lo que mejor previene el linfedema. El láser, el drenaje linfático y las mallas compresivas tienen muchos menos resultados positivos.
* Calidad de vida
El yoga y la meditación ayudan a mejorar la calidad de vida.
La bibliografía en inglés sobre estas afirmaciones se puede consultar en www.asco.org. Las guias de la SIO se pueden consultar también en onlinelibrary.wiley.com