Comer después de la quimio: náuseas y vómitos
La gran mayoría de los fármacos utilizados en la quimioterapia, lamentablemente, producen que el cuerpo rechace la comida en los días posteriores a la sesión. Esto se debe a que tanto el cerebro como el estómago detectan que una sustancia extraña entra en el cuerpo y lo combaten con náuseas y vómitos.
En muchos casos, esto produce también cambios en la propia rutina alimenticia. Tanto el gusto como el olfato se alteran. A veces es como si el propio cuerpo dejase de reconocer los alimentos como lo hacía antes. Los sabores cambian o, en muchos casos, disminuye su intensidad.
En estas situaciones, hay que recurrir a alimentos y condimentos para que intensifiquen el sabor de las comidas. Las mejores aliadas, sin duda, serán la sal, las especias y las hierbas aromáticas: pimienta, eneldo, orégano, curry, albahaca, romero, tomillo…
Sabemos que hay momentos en los que no te apetecerá comer, pero tienes que hacerlo. Necesitas alimentarte bien para que el cuerpo coja fuerzas para combatir la enfermedad. Si ves que no puedes, toma alimentos blandos, que no te cueste masticarlos: incluye la carne o el pollo en croquetas, en filetes rusos, en hamburguesas…Y si no, opta por la opción de los purés, fáciles de tomar y digerir.
Lo importante es que no omitas ninguna comida. Todo aporte energético es fundamental para tu organismo, por eso lo más recomendable es realizar 6 o 7 pequeñas comidas al día, para que tu cuerpo trabaje de poco en poco para metabolizarlas y se mantenga activo de forma continua.
Ante cualquier duda, consulta a tu médico y que te ayude a realizar un diario de comidas. Esto puede ayudarte a mantener una alimentación equilibrada y que tu cuerpo no se resienta.